Hasta hace poco teníamos una alfombra de esterilla como ésta:
Dos bebés y varios meses aprendiendo a comer después decidimos cambiarla por otra nueva, porque ésta daba penita y era dificilísima de limpiar (el puré puede legar a los recovecos más insospechados.
Así que ahora tenemos esta, que va por el mismo camino:
Para que todo este rollo?
Pues que he visto una idea estupenda en un blog que se llama
Design*Sponge para darle una nueva vida a nuestra alfombra antes de tener que lanzarnos a comprar la tercera.
La solución es sencilla, pintarla. Se le da una nueva y más duradera vida nueva, ya que la pintura también la protege frente a futuros accidentes culinarios!
y para muestra, un botón, el antes y el después:
Los pasos son los siguientes:
1. Preparar e imprimar. Aspirar a fondo y preparar el area de trabajo. dar la primera mano de imprimación, incluyendo los bordes de la alfombra, y dejar secar toda la noche.
2. Pintar con el color base. Teniendo una buena capa de imprimación, ahora sólo hay que pintar con el color base. La alfombra parecerá que está sedienta y se chupará toda la pintura, pero con un par de manos se empezará a igualar y a secar más rápido. Lo mejor sería dejar secar toda la noche entre capa y capa. Suelen hacer falta 2 o 3 capas.
3. Añadir el diseño. Usando cinta de pintor, enmarcar el diseño que se quiere realizar. Si se quiere también se puede hacer a mano alzada, o incluso a lo loco. Hay que tener cuidado para que la pintura no se cuele por debajo de la cinta de enmascarar y es conveniende delinear la forma.
A veces es necesario repasar alguna zona después de que se ha empezadoa secar la pintura.
4. Acabado. Use your small, flat angled brush to touch up your lines. Una vez el diseño está seco, terminar dando una capa de poliuretano. Ésta es la etapa más sencilla de todo el proceso.
A mí la verdad es que me ha gustado la sencillez y el estilo gráfico de éste diseño, que incluso pega con mi cocina roja, así que igual algún día me animo y lo copio.
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